¿ RAPTO ANTES DE LA GRAN TRIBULACIÓN ?

Posturas doctrinales

“La doctrina del rapto secreto ha conducido a todo tipo de nuevas extravagancias quizás no imaginadas   por los creadores de esa doctrina. Recientemente, se produjeron películas mostrando cómo en el momento del supuesto rapto secreto pretribulacional, los creyentes desaparecían dejando máquinas desatendidas, automóviles sin conductores, familiares abandonados, etc. (…) Hay mensajes por radio que en lugar de advertir a la gente de la condenación eterna que le espera al que no crea en Cristo, han preferido presentar la Gran Tribulación como el castigo de los que no crean ahora en Cristo”.  (A. R. Ybarra. Las bases de la fe postribulacional)

El interés de la mayoría de los cristianos evangélicos por un “rapto secreto”, que les ofrezca la oportunidad de evitar la Gran Tribulación, se ha agudizado durante los últimos años y el número de adeptos de esta ideología aumenta cada vez más. Conocida como la doctrina del rapto pretribulacional de la Iglesia (rapto de la Iglesia antes del inicio de la Gran Tribulación), ésta enseña que Cristo volverá en dos fases. La primera fase será antes de la Gran Tribulación, de forma secreta e invisible, cuando raptará a su Iglesia y la llevará al cielo. Al final de la Gran Tribulación, se produce la segunda fase en la que Cristo vuelve otra vez, de forma pública y visible, con su Iglesia, para castigar a los impíos y establecer su reino milenial.

En contraste con esta doctrina existe, entre otras, la del arrebatamiento postribulacional de la Iglesia, que enseña que Cristo volverá sólo una vez más y que la Iglesia pasará por toda la Gran Tribulación. Al final de la Gran Tribulación, en una única Segunda Venida, Cristo primero arrebatará a la Iglesia en las nubes y luego bajará con ella a la tierra. Este evento representa el inicio del “día del Señor”, momento en el que Cristo desatará su ira sobre los impíos que permanecen en la tierra, destruirá al Anticristo y establecerá su reino milenial.

Ignis Consumens

ignis.consumens@yahoo.com

Un poco de historia

La doctrina del rapto pretribulacional de la Iglesia es una enseñanza relativamente nueva, que no sólo es ajena a las Escrituras, sino que no fue predicada por los apóstoles en la Iglesia primitiva. Esta doctrina fue introducida en la Iglesia a finales del siglo XVIII por hombres que adoptaron un punto de vista dispensacionalista de la historia bíblica.

Hal Lindsey, uno de los principales defensores del “rapto secreto” admite: “no puedo apuntar a un solo versículo que diga claramente que el rapto tendrá lugar antes de la tribulación” y continúa diciendo que “el rapto anterior a la tribulación se basa, en general, en argumentos de inferencia y silencio”.

Durante la Reforma, los primeros protestantes estaban convencidos de que el Papa era la incorporación y personificación del espíritu del Anticristo. Este hecho hizo que millones de creyentes salieran del sistema religioso católico romano. Para evitar la salida masiva de adeptos y desviar la atención de la gente del Papado, el sacerdote jesuita, Francisco Ribera (1537-1591) se inventó una interpretación contraria a la que tenían los protestantes, en la que todos los eventos del libro de Apocalipsis se tenían que interpretar literalmente y que tendrían lugar durante los tres años y medio del reinado del Anticristo, al fin de la Era.

Más tarde, Emanuel Lacunza (1731-1801), otro sacerdote jesuita, amplió las enseñanzas de Ribera, escribiendo el libro “La Venida del Mesías en Gloria y Majestad”, del cual surgió la equivocación habitualmente enseñada en la Iglesia: la idea de que, en el futuro, el Mesías vendrá dos veces más: una vez por su pueblo y otra vez con su pueblo.

El jesuita Lacunza escribió bajo el seudónimo de Iben Ezra, deseando infiltrarse en el protestantismo con su doctrina católico romana, a fin de hacer creer a los protestantes que era un judío convertido al cristianismo. Sus cuatro volúmenes se guardaron en la biblioteca del Arzobispo de Canterbury.  El Dr. Maitland, bibliotecario de la iglesia, fue quien puso en circulación estas obras, sin ser consciente de que estaba, en realidad, propagando una falsa invención católica jesuita. Él pensó que estaba difundiendo la obra de un cristiano o “judío convertido”, cuando, de hecho, era la obra de una orden jesuita.

Años más tarde, Edward Irving (1792-1834), un joven ministro presbiteriano, se sintió tan cautivado por la teoría del “rapto secreto” de Iben Ezra que tradujo la obra del inglés al español. Posteriormente, fundó los “irvinguitos” o “irvinguianos”, basándose en la doctrina del rapto anterior a la tribulación. Después de los irvinguitos, otro movimiento en Irlanda adoptó la enseñanza jesuita del rapto secreto con el fin de separar a su “única y verdadera Iglesia” del resto de los “falsos hermanos”. Los adeptos a este movimiento encontraron esta teoría divisionista muy conveniente para sus prácticas de excomuniones masivas de los “herejes”, cuyo castigo definitivo sería el de “quedarse atrás” cuando se produjese el rapto anterior a la tribulación. Estos “Hermanos” excomulgaron al legendario George Muller (quien dirigió los numerosos orfelinatos de Bristol) por oponerse a la nueva postura del “rapto secreto y separado, anterior a la tribulación”. Un personaje destacado relacionado con la excomunión de George Muller fue un hombre llamado John Darby.

John Darby (1800-1882) realizó una interpretación absolutamente literal de las profecías bíblicas y, en base a sus estudios, dijo que el  cumplimiento de la Ley de Dios se establecería de nuevo al comienzo de la Gran Tribulación (la septuagésima semana de Daniel – Daniel 9:27). Su nueva ideología hizo que Darby separase la historia bíblica y profética en épocas, compartimentándola, a lo que se le llama dispensacionalismo

Pero como la época de la Ley de Dios había finalizado en la cruz y la época de la Gracia de la Iglesia había comenzado a partir de ese momento, un retorno a la Ley de Dios al comienzo de los siete años de la Gran Tribulación creó un problema para la teoría de Darby. Su idea respecto a la “Iglesia” marchándose “antes de la Gran Tribulación permitiría a Israel (judíos) volver a entrar de nuevo en la época de obediencia a la Ley. De esta forma, John Darby no es conocido solamente como padre del dispensacionalismo entre los círculos protestantes, sino también como fundador del rapto anterior a la tribulación, a pesar de que tomó la idea del jesuita Iben Ezra y de Edward Irving, entre los años 1820 y 1830.

Él, al igual que sus predecesores, delegaba al nivel de herejes de la “fe cristiana” a todos los que no estaban de acuerdo con su punto de vista privado, cuya definitiva separación de Cristo tendría lugar cuando se “quedasen atrás”. También, muchos fueron excomulgados e incluso torturados y matados si no estaban dispuestos a seguir la postura del irvinguismo y de Darby.

Posteriormente, Darby llevó esta doctrina errónea mucho más allá que cualquiera de sus predecesores, haciéndose más popular a través de diferentes convenciones, seminarios e institutos (“Convención de Niágara”; “Seminario teológico de Dallas”; “Instituto Bíblico Moody”).

El abogado y político Cyrus Ingerson Scofield (1843-1921), uno de los participantes de la Convención de Niágara, a pesar de no tener formación teológica, tuvo la ingeniosa idea de publicar una versión de la Biblia anotada con sus propios comentarios. De esta forma, publicó la Biblia de Referencia Scofield, que fue el primer medio usado para propagar las enseñanzas dispensacionalistas. Los cristianos recurrían a esta Biblia para tomar notas puesto que, para ellos, esta era “la interpretación correcta” de la Palabra de Dios. Si Scofield hubiera publicado sus notas en un libro aparte, muy probablemente no hubiese tenido el impacto tan grande que tuvo esta Biblia anotada en el pueblo evangélico en general.

Es interesante constatar que, en esa época, la gente que más seguía este sistema vivía en lugares donde la erudición y el estudio Bíblico no eran una de las cosas más importantes. En los círculos académicos y teológicos de Norteamérica y Europa, la teoría de un arrebatamiento secreto y pretribulacional era pura fantasía y ciencia ficción.

Lewis Sperry Chafer (1871-1952), el sucesor de Scofield, fue el dispensacionalista más influyente de la mitad del siglo XX y el fundador del “Seminario teológico de Dallas”. Mediante él, el dispensacionalismo también comenzó a ser promovido en trasfondos formales y académicos, al escribir la “Teología Sistemática”, de ocho volúmenes.

A través de Las Asambleas de Dios y Moody Press, el dispensacionalismo y la doctrina del rapto secreto se promovieron rápidamente dentro del movimiento pentecostal. Más tarde, casas editoriales como Zondervan, Baker, Eerdmans y otras más, empezaron a escribir libros promoviendo esta teoría. Uno de los libros más vendidos en los años ‘70 fue el de Hal Lindsey, llamado “La agonía del planeta tierra”. Lindsey dijo que, teniendo en cuenta que en 1948 Israel se estableció como estado y que una generación es de 40 años, Cristo iba a venir en 1988. Pero 1988 llegó, pasó y el arrebatamiento  que describió Lindsey no tuvo lugar.

El libro “Dejados atrás”, con su debut en 1995, escrito en cooperación entre Tim LaHaye y Jerry B. Jenkins, fue otro medio de promover esta doctrina. Tuvo tanto éxito de ventas que sus autores y la casa publicadora, Tyndale Publishing, decidieron transformarlo en una serie televisiva de 12 entregas. La mayoría de los 11 volúmenes publicados hasta la fecha han figurado en las listas de libros más vendidos del New York Times, del Wall Street Journal y de US Today. La cadena de librerías Barnes & Noble los ovacionó como “la serie de mayor venta de todos los tiempos”.

Para la mayoría de estos dispensacionalistas, es muy importante que el templo en Jerusalén se levante. Esto explica porque hay muchas iglesias con agendas sionistas, tratando de presionar al gobierno norteamericano de apoyar a Israel en toda decisión. Un profesor del colegio Wheaton incluso ha acusado a los dispensacionalistas de estar llevando el mundo a la tercera guerra mundial, ya que, si edifican el tercer templo en el monte Moriah, donde está la cúpula de oro de los musulmanes (la mezquita Al Aqsa), probablemente estalle una guerra mundial.

La doctrina pretribulacional es un peligro para la fe cristiana original, porque desde su inicio, esta doctrina, procedente del catolicismo romano y jesuita, fue usada con el fin de sembrar la división, la discordia y la desavenencia entre el cuerpo de los verdaderos creyentes. Por eso, la actitud de la Iglesia respecto al falso error del pretribulacionismo debería ser como la de Corrie Ten Boom, una gran mujer que durante el nacimiento de la doctrina, amó tanto al pueblo de Dios que dijo: “No escuchéis a esos falsos profetas, que vienen en el nombre de Jesús declarando que los creyentes no padecerán la tribulación. Volved y decid a vuestros amigos que la doctrina del rapto anterior a la Gran Tribulación no es un mensaje bíblico”.

Ignis Consumens

Bibliografia

  • Jorge L. Trujillo. El Dispensacionalismo ¿es una verdad bíblica?
  • Moisés J. Koniuchowsky. ¿El rapto ¿antes de la tribulación?
  • Michael J. Vlach. ¿Qué es el Dispensacionalismo?
  • Beens H. Bartolo. El reino de Dios en el Dispensacionalismo.
  • Iglesia Bautista Reformada del Pacto de Gracia. Introducción al dispensacionalismo.
  • Edwin R. Roach. La cuestión del rapto.

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